por Luisa Jiménez
Emergí en un mundo plasmado de reglas sonoras que marcaban mis pasos.
Suspiré energías que no estaban en lo planeado.
Y sumergí mis claveles en busca de llanto, no espero respuestas,
No espero ni al tiempo.
Raíces surgieron de tierras ocultas donde la mente no se aventura,
Buscaron la luz, trajeron respuestas
Y ante miradas no se detuvieron.
Descansaron buscando los cambios planteados,
En cada espacio,
No desistieron, no fracasaron.
¿Fracasar?, fracasar fue la palabra que más escucharon.
Los vi revolotear en aquellas aguas plasmadas de llantos,
Ocultos en velos transmisores de imágenes creadas para complacer al tercero.
Vientos soplaban ante la lucha eterna de una dualidad defendiendo a la sociedad,
No buscaba más que complacer a aquellos cementos sepultados en tierra.
Miradas eternas que contemplan su obra no pierden el juego y sumergen cada esperanza.
Atrás quedó todo atisbo de vida primaria, ya no hay conciencia,
Ya no existe la opción de plasmar los recuerdos para una nueva generación.
¿Qué es lo que viste emerger en este mundo?
Cada transición se presentó como única,
En cada ocasión diversas ramas tomaron el control,
Buscaron energías que resolvieran las dudas de cada espacio
Y sin contemplación, se estancaron como pequeñas semillas sin agua,
A la espera de un nuevo suplicio que las obligara a salir de un encierro controlado.
Cada regla que se presentó ante mi perdió su función principal,
Se transformaron en pequeñas mentiras parafraseadas por los altos componentes,
De las que sin temor surgían luces de una rebeldía.
Piedras preciosas en cada palma de mi mano me hablaron sin titubeo
Para transmitir las ideas de antaño olvidadas por aquellos ilusionados
Que buscaban un futuro lejano, que sus ojos nunca verían emerger,
Como legado quedaría el olvido complaciente que sus nietos pregonarían.
Ojos obstruidos por cada pazo del tiempo,
Perezosos a debatir lo que acontece a su alrededor,
Sin una voz activa dispuesta a expresar las voces atrapadas
Acontecidas en cada individuo que busca emerger de un instante.
Sin caminos por ser explorados se presenta la monotonía que gobierna,
Sin perder una piza de autoridad,
La voz presente en cada murmullo toma la fuerza que despierta
En cada punto de la historia donde emerge un cuestionamiento,
La guía del mundo es imperfecta y tu voz no tiene valor si la enfrentas.
Emergí y aquellas reglas que me recibieron, tan gloriosas e infantiles,
Ahora se pudren a través de piedras preciosas llenas de promesas,
Susurran su permanencia en las ramas bordadas de cada presente,
Tierra soñada y conquistada,
Da las respuestas esperadas ante los visitantes que llegan a tu vida,
No dejes caer aquella rebeldía que supone una alegría ante monotonía.
Emerge y observa cada piedra llena de energía que un camino mostrara ante la realidad.
Ana Luisa Martínez Jiménez es originaria de Jalisco. Egresada de la Licenciatura de Letras Hispánicas a través de la Universidad de Guadalajara y actualmente profesora de español tanto como alumnos extranjeros como niñas y niños mexicanos desde pequeña sintió un gran apego por la forma de expresión que representaba la poesía y en un intento de mostrar aquello que solo perciben los sentimientos apuesta por plasmarlos en sus textos. Con un acercamiento, por otro lado, de la literatura infantil, busca guiar a los infantes a un amor a la lectura a través de pequeños talleres donde puedan obtener diversas experiencias de mano de los libros por lo que se encuentra cursando un Diplomado de promoción de literatura infantil y juvenil que le permitirá desarrollar tanto las destrezas escritas como el poder impartir talleres para todas las edades.
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