por Patricia Juárez Vázquez
Los falsos dioses del placer me han dicho que la vida nunca se sentirá igual sin el roce de su indiferencia, que la locura es el ingrediente secreto para que convocar el placer.
Pero como decir que es “placer” si no le confieso que moriría por él. Tal vez, porque quiero que sea la figura paterna que siempre me hizo tanta falta tendría que seguir rezando aquellos falsos dioses para creer que el placer lo encontrare en mis heridas infantes y no en la tranquilidad de aceptarme con amor verdadero de ese que te cala los huesos pero te hace gritar de felicidad de ese que me puede llevar a lugares placenteros donde la luna y la madre tierra me da respuestas que entre mis caderas esta mi verdadero altar que deslizar mis dedos hasta encontrar mi punto de quiebre jamás estará mal.
Esos falsos dioses me han querido guiar por el camino rojo intenso cuando en realidad el placer puede encontrarse en un camino multicolor y por supuesto mi color es el dorado como aquellas bellezas doradas brillantes entre visiones logro verlas danzar en mi mente cuando llego al éxtasis.
Es tan celestial que puedo escuchar el canto de algunas de ellas que jamás puede ser pecado elevarme de la manera en que lo hago yo misma venciendo la dureza de mi cabeza y mi blando corazón esperando que alguien más lleve ese camino cuando siempre fui yo quien lo dirige porque no existe un camino entre mis piernas si no de muchas maneras.
El placer me mostro la tranquilidad la paz de tocarme sin sentir la intranquilidad o presión de alguna manera para desnudarme frente a alguien que solo quería espiar en mi piel y fue justo cuando la lluvia de dudas cesó me hizo ver la primavera de orgasmos pero también de logros comencé a llenarme de gozo cuando me conocí independiente que el placer me dio tantas posibilidades se hizo presente entre tanta desesperanza que los falsos dioses sembraron por muchos años ahora comprendí que el estar de rodillas solo es su propio placer y cegarme del verdadero camino.
Vive en el Estado de México, 26 años, uno de sus pasatiempos favoritos es la escritura que espera mejorar en un futuro adoradora de la lectura le agrada mucho compartir sus nuevos descubrimientos y aprendizajes en espacios seguros como lo es Lunáticas, amante de la escritura creativa, fiel creyente del poder de las letras. Navegante de historias su hogar esta en los espacios feministas quien la han ayudado a confiar en sus letras. Buscando siempre con sus relatos y escritos mostrar diferentes perspectivas creando empatía ante situaciones vulnerables o dejar algún mensaje en ellos, viajera entre mundos y expositora de sueños.
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